sábado, 13 de diciembre de 2014

El juego de la vida 5



Volvamos a observar a la persona del espejo.




Cuando te miras en un espejo, ¿Conoces a la persona que se ve allí?

Si la conoces, deja de leer esta cosas que escribo, puesto que no te hacen falta, si conoces a la persona del espejo tu vida está rodeada de una total y absoluta felicidad. No sientes tristeza, miedo o cólera, todo en ti es armonía, paz y silencio interior; la lucha, envidia, codicia y rector, te son totalmente desconocidos

Si por el contrario estás corriendo de un sanador a otro, de un guía espiritual a otro, de una "salvación" a otra.

Si buscas espiritualidad empaquetada, abrazos de luz, largas charlas de cosas que no comprendes y que además no existen.

Si vas donde te aseguren un revolucionario y novedoso método para escapar de tu sufrimiento y obtener felicidad, mágicos remedios para tus "males" e inútiles abrazos de buen rollo (buena onda, en América).

Se dejas que te miren a los ojos para decirte que en otra reencarnación fuiste un gran y reconocido pecador y en esta nueva vida lo tendrás que arreglar si pretendes comprar la forma de hacerlo por una módica cantidad de dinero.

Si tu vida es un lugar oscuro y triste.....

NO CONOCES A LA PERSONA QUE APARECE EN EL ESPEJO.

Para empezar a conocer a la persona que aparece en el espejo, comienza por dejar de RECONOCERLA.

Iremos viendo en próximas entregas, que no es lo mismo conocer que reconocer, que la felicidad nadie te la puede vender y que nada tienes que hacer para conseguirla, solo conocerte.

De como conocerte, también hablaré, ahora te dejo para que reflexiones.





jueves, 11 de diciembre de 2014

El juego de la vida 4


Decía en la última entrega (El juego de la vida 3), que la cuestión de la luz, tiene poca importancia para comprender lo que se ve.

Meditando sobre el asunto me he dado cuenta de que tal vez si tiene importancia y mucha.

Permitirme este pequeño experimento.

Veamos lo que ocurre cuando empleamos cada vez un poco más de luz para ver una determinada cosa.

Con muy poca luz se ve esto



con un poco más


y más....


y más....


y bastante más....




y más....



Y con toda esta luz se ve esto.




He llegado a la conclusión de que si tengo poca luz, no comprendo lo que veo y si tengo demasiada tampoco.

Por otra parte una gran superficie requiere mucha luz y una pequeña poca, ¿no es así? la gran lección que saco de esta observación es que:

"Si tengo poca luz tendré que reducir mi campo de visión para que sea de alguna utilidad, siendo inútil el ampliarlo, puesto que nada veré. Sin embargo, si tengo mucha luz, ampliaré mi campo de visión para adecuarlo a la cantidad de luz disponible, con lo cual si reduzco mi campo de visión, me deslumbraré y estaré desperdiciando luz"

Estamos saliendo del campo físico y nos estamos adentrando en el sicológico ¿verdad? puesto que el párrafo anterior parece que nos quiere decir:

"No se puede emplear una escasa sabiduría para adentrarse en lo inconmensurable, ni se puede desperdiciar una gran sabiduría en cuestiones banales".

Esta frase es sencilla de comprender y sin embargo la mayoría de las personas se olvida de esta simple realidad todos los días de su vida.

Para comprender las cosas que vemos, no solo la luz, la "iluminación" que dispongamos es necesaria, hay más cosas que entran en juego.

Nos ocuparemos más adelante de esas cuestiones, por esta entrega ya es suficiente.






domingo, 7 de diciembre de 2014

Elevación 2





Solo haciendo profundos cambios te podrás elevar.

Realmente no es cuestión de hacer cambios, no se trata de cambiar una forma de pensar por otra, de una forma de sentir por otra, de unas costumbres por otras. Se trata de algo mucho más profundo y radical, es cuestión de renunciar.

En la primera infancia,  no hay nada para cambiar, puesto que se parte de cero, el ser humano está receptivo atento a todo lo que le rodea, observando y aprendiendo, no hay nada con lo que pueda comparar aquello que observa, está limpio, sin contaminar, todo en él es creatividad.

Ese estado de creatividad no está relacionado con esa época, no es un tiempo ya pasado, es una disposición, una aptitud.

¿Hace cuanto tiempo que no eres creativo?
¿Hace cuanto tiempo que repites una y otra vez las mismas cosas, los mismos pensamientos, las mismas creencias, los mismos sentimientos?
¿Hace cuanto que no vives de verdad?

Vives con palabras de otros, con pensamientos de otros, te dicen lo que tienes que saber, lo que tienes que sentir, lo que tienes que pensar, lo que tienes que creer. Te dicen cual es tu nacionalidad, tu equipo de fútbol, tu religión, tu opción política y lo que es más grave, te dicen lo que eres.

Nada en ti es original, nada es creativo, puesto que para obtener seguridad renuncias a vivir, pensar y sentir por ti mismo y otros explotan ese miedo en su propio provecho.

Si no te desprendes de todo esto, jamás estarás libre para crear, para crecer, para vivir. Parte de cero y se dueño de tu vida.

¿Estás dispuesto a darte cuenta que todo lo que crees saber de ti mismo no existe?

¿Estás dispuesto a darte cuenta que incluso eso que llamas "tu mismo" no existe?

Solo es una creación de los demás.

¿Estás dispuesto a quemarte a ti mismo?

La plenitud interior se alcanza tan solo, con un acto superior de renuncia.