miércoles, 30 de abril de 2014

Creencias





Esta reflexión nada tiene que ver con la teología de la liberación, ni con ninguna otra, de hecho nada se de teología.

Esta reflexión no surge de la autoridad del conocimiento, ni de ninguna otra autoridad, de hecho todo conocimiento es limitado y por lo tanto falso en términos absolutos.

Esta reflexión surge de la observación y he podido observar que todo aquel que rinde culto a una idea, cae pronto en la violencia, ya que cuanto más valiosa cree que es su verdad, con más fuerza trata de imponerla.

R


lunes, 28 de abril de 2014

El concepto de ti mismo.





Todo lo que puedas pensar, opinar o saber sobre ti mismo es irreal.

El concepto que tienes de ti mismo, ese yo que has creado, no existe en realidad, puesto que es el resultado de la reacción al medio, al acomodarte a todas las influencias externas se va formando un personaje, una entidad que reacciona de forma determinada al medio que le rodea.

Al conjunto de esas reacciones la llamas tu personalidad, tu carácter y acabas identificándote con el personaje, dejas de ser "tu" para creerte ser un conjunto de reacciones. Pasas del plano atemporal al temporal, a un mundo creado por la mente, de lo real a lo irreal.

Hay un segundo factor que refuerza esta ilusión y te hace que te pierdas aún más en la ilusión de ese "yo".

El medio, es el conjunto de todas nuestras relaciones, las personas solo existen para nosotros en la medida en que podemos relacionarnos con ellas, no son personas, son relación. Esas relaciones cambian continuamente y con ellas su totalidad, es decir, el medio está en continuo cambio.

Crees que el concepto que tienes de ti mismo, tu personalidad, es un algo estable y definido, algo que permanece y de ahí su irrealidad. La relación que es un concepto, una opción, la conviertes en algo real, la conviertes en un "yo soy", el sueño que es humo, para ti se has transformado en una roca que puedes analizar, catalogar y comparar con otras rocas distintas.

Ese "yo soy", es decir, la reacción que has tenido al medio es una fotografía, una instantánea del momento en que se formó ese concepto.

Eso que llamamos el medio, el mundo, sociedad, es el producto de todas nuestras relaciones y por tanto es algo en continuo cambio. Lo que tratamos de obtener con la relación, cambia constantemente, si lo conseguimos cambia en función a lo conseguido y si no lo conseguimos, cambia en la medida de la carencia.

Lo que creemos ser, es la reacción que tuvimos a un medio que ya no existe. Al permanecer la reacción y haber desaparecido el medio, surge un continuo conflicto, al querer acomodar lo que es, a lo que ya no existe.

Hay muy pocas cosas en las que los seres humanos nos ponemos de acuerdo, pero todos vemos con claridad cuales son las consecuencias del conflicto, solo hay que mirar un poco a todo lo que nos rodea.

Todo lo que puedas pensar, opinar o saber sobre ti mismo es irreal.

Roberto Lejarza




lunes, 21 de abril de 2014

¿Dónde se va la lluvia?







¿Dónde está el fuego cuando se apaga?


¿Qué fue de la lluvia que me mojó ayer?


¿Dónde va el viento cuando no sopla?


El fuego que hicimos ayer, no lo podemos volver a encender, hay que hacer fuego nuevo.

La lluvia que cayó ayer, hoy no puede mojarnos, será una lluvia nueva la que nos moje ahora.

El viento que sopló ayer, hoy ya no sopla. Será un nuevo viento el que sople mañana.

¿Donde están las personas que nos acompañaron ayer?

Pensamos que las personas que nos acompañaron ayer son tan solo las que ya no están, pero estamos equivocados. Las personas que nos acompañaron ayer, hoy ya no existen, son otras, porque ya no son los ayer, han vivido, han aprendido y han cambiado. No son iguales ni por dentro ni por fuera, hoy no son como eran hace 20 años, o como eran ayer.

Si no pretendo recuperar el fuego que me calentó, ni la lluvia que me mojó, ni el viento que me secó, ¿porqué quiero recuperar la persona que me acompaño ayer?

Nos parece normal que el viento sople un poco aquí, otro poco allí y luego desaparezca. Pero no nos parece normal que las las personas, vivan un poco con unos, otro poco con otros y luego desaparezcan, queremos que las personas no cambien, que no se vayan, que estén siempre con nosotros.

¿Sabéis porqué es eso?

Porque el viento sabemos que no es nuestro, el viento viene y va, es viento, pero creemos que las personas son de nuestra propiedad, porque para nosotros no son personas, son mi hijo, mi mujer, mi hermana, mi, mi, mi, siempre mi. Cuando el viento se marcha, es el viento el que desaparece, pero cuando una persona se marcha, son todos los “mis” los que desaparecen.

Si desaparece mi ser querido, desaparece con él, todo el cariño que me da, todo el consuelo, toda su ayuda, cuando desaparece mi ser querido, el que pierdo soy yo, pierdo cariño, consuelo, ayuda, compañía, ¿no es así?

¿Como es posible que cuando una persona desaparece de nuestra vida, lo consideremos una pérdida, algo triste? ¿Que es triste para nosotros, su partida o nuestra pérdida? ¿Por quién sufrimos, por el que se ha marchado o por nosotros?

Somos viento y como el viento tenemos que soplar, un poco aquí y un poco allí, como el viento tenemos un tiempo para soplar y un tiempo para detenernos, ¿dónde se va el viento cuando para, a dónde nos vamos nosotros? Cada uno dirá una cosa, creerá aquello que mas le consuele, pero la solución para nuestro sufrimiento, no está ni en el viento, ni en donde se ha ido, la solución está en nosotros.

Deja al viento que vuele libre, porque al fin y al cabo es eso, viento.


R

miércoles, 9 de abril de 2014

El conocimiento de uno mismo 2

No podrás observarte, si antes no te has liberado de tu programación.

Decía en el anterior trabajo de introducción sobre el conocimiento de uno mismo que solo observando nuestros movimientos cambiantes con las personas, las cosas y las situaciones, podremos llegar a descubrir lo que realmente somos. Eso que en apariencia parece ser muy sencillo, es del todo imposible para la inmensa mayoría de la humanidad, solo unos pocos, muy pocos, lo pueden conseguir.

Puede que opines que es sencillo analizarte a ti mismo y de hecho te pongas a ello, después de unos breves pero intensos segundos (que es todo el tiempo que vas a dedicar a esta tarea) de un profundísimo análisis llegas a la conclusión de que eres, codicioso, tierno, violento, amable, colérico o lo que sea....., bueno si has llegado a una conclusión, no te habrás enterado de nada, solo habrás creado un sueño en el que representas el papel de codicioso, bueno, malo o lo que sea, será solo un papel, será solo un sueño.

Todas tus opiniones, todas tus creencias, toda tu cultura y raíces, no son tuyas, te las han inyectado desde tu infancia, opinas lo que otros, crees lo que otros, sabes lo que otros te han enseñado, nunca has aprendido, hecho o opinado, nada por ti mismo, repites lo que has oído en la radio o la televisión, lo que te han escrito en un periódico, tu opinión política es la de otros, trabajas por lo que otros quieran pagarte, te vas de vacaciones cuando te dicen y donde te dicen.

Rechazas todo lo que no coincide con tu “programación”, tu estás siempre en posesión de la verdad y todos los demás están equivocados, lo tuyo es lo bueno y lo de los demás es lo malo, tu eres listo, los demás tontos y parienta está buenísima, las de los demás son horribles, tu eres divina, las demás unas zarrapastrosas.

¿Como entonces pretendes analizarte a ti mismo?, tu no eres nada, eres un producto que otros han creado. Ni siquiera puedes observarte a ti mismo, porque no tienes una referencia, te comparas contigo mismo o con otros que son iguales a ti mismo, lo demás lo rechazas.

Tampoco estás capacitado para poder observar lo que haces, ya que las ideas, conceptos y creencias que te han inyectado, lo hacen imposible. No es estando encerrados detrás de un muro de creencias, opiniones y experiencias, el mejor sitio para poder observar hacia donde te mueves. Si eres violento y detrás de esa violencia hay un montón de conceptos que la justifican y la dan coherencia, esa violencia se convertirá en algo normal, lógico y necesario, con lo que desaparecerá de tu percepción, como violencia al menos, se transformará en otra cosa, se transforma en una acción justa, necesaria, conveniente o lo que tu mente quiera inventarse. Se han exterminado civilizaciones enteras en nombre de la justicia, dios o la libertad, se ha exterminado y se siguen exterminando.

Lo tienes muy difícil para poder despertarte, para iluminarte. De hecho solo hay dos formas, una escuchando y la otra es cuando la vida ya nos ha golpeado lo suficiente, ya no podemos soportar mas dolor y el mismo dolor nos hace despertar.