sábado, 19 de octubre de 2013

Sufrimiento






Definimos la ignorancia como la falta de conocimiento y el conocimiento como la capacidad de comprender, con lo cual la ignorancia es la incapacidad de comprender.

Al ser el universo y las cosas infinitas, en esta vida nunca terminamos de comprenderlas todas, por lo que vivimos en un estado de continua ignorancia. Admitiendo nuestra propia ignorancia, podremos ir avanzando en el descubrimiento de la comprensión.


Solo podemos pasar de un estado de ignorancia, a otro de menor ignorancia por medio de la comprensión.

A la comprensión se puede llegar directamente a través de la observación, o a través del sufrimiento. Como hemos nacido para aprender, nuestra vida puede ser un camino lleno de observación o estar lleno de sufrimiento, pero no podemos dejar de aprender.

¿De dónde surge entonces, la elección del sufrimiento?

Al ser humano jamás le ha interesado el comprender, en el mejor de los casos se ha conformado con el conocer. El ser humano ha estado y está exclusivamente interesado en su seguridad, tanto material como emocional.

Cuando uno a creído encontrar esa seguridad se agarra a ella, prevaleciendo su interés a cualquier otra cosa o persona, si algo o alguien pone en peligro esa "seguridad" se ataca a esa cosa o persona, ¿no es así?, no nos interesa comprender las cosas o a las personas, solo queremos que dejen de poner en peligro, esa quimera que llamamos "seguridad".

Esta actitud de conservación y constante búsqueda de seguridad  y el no querer entender a las cosas y a las personas crea inevitablemente conflicto, perturbación, lucha y al final sufrimiento.

El sufrimiento no termina al lograr seguridad, al contrario, se hace más grande, ya que tan pronto como conseguimos algo, tenemos miedo de perderlo.

Cuando el sufrimiento se hace grande, tratamos de  escapar de él buscando maestros, gurús, sacerdotes, filosofías o grupos de cualquier tipo que nos liberen de su carga, la comprensión de las causas que han motivado el sufrimiento no nos interesan, lo que nos interesa es liberarnos de él.

No hay alivio para el sufrimiento, ya que este solo termina cuando se comprende la causa que lo ha creado. Al continuar negándonos a comprender, el sufrimiento se vuelve muchísimo más fuerte y se hace insoportable. Llega el momento que cansada de  sufrir, la mente se conmocionará y comienza a moverse, observando directamente la causa del sufrimiento.


En este momento el sufrimiento deja de ser una acumulación de ignorancia y se transforma en compresión pura. Al desaparecer la ignorancia que lo alimentaba, el sufrimiento desaparece.


Ese es el eterno movimiento, la ignorancia crea  sufrimiento y al comprender la causa del mismo surge la comprensión, esta compresión nos llega a una nueva y menor ignorancia, repitiendo el proceso una y otra vez.


Este es el método que habitualmente utiliza la inmensa mayoría de la gente  pero se puede llegar a la comprensión directa, sin necesidad de enredarnos en esta rueda de sufrimiento, pero eso ya es otro tema, que tal vez desarrolle algún día.

Baste decir que no llegamos a la comprensión por haber sufrido, sino que hemos sufrido por negarnos a comprender. A la comprensión se puede llegar directamente, sin necesidad de pasar por el sufrimiento.

Cuando nos negamos a comprender, nos toca sufrir. Cada cual es libre de escoger.

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