martes, 30 de abril de 2013

Ya es mucho lo que he visto



He visto la injusticia campeando por todas partes, el sufrimiento de unos y la codicia de otros, la desilusión y desesperación a las que han arrojadas, lo mejor de nuestra juventud, la agonía de tantas familias desalojadas de sus casas, la amargura de los que han perdido la ilusión, he visto la dignidad robada.

He visto mucho y me duelen los ojos y el corazón, esto tiene que acabar y no esperemos que sean otros los que lo hagan por nosotros, es nuestro trabajo, es nuestra obligación.

Comencemos a cambiar el mundo cambiándonos a nosotros mismos, ese es el primer paso del camino... luego ya daremos los demás.

Un abrazo.

R

lunes, 29 de abril de 2013

La disciplina 3




Ya han pasado unos pocos días y hemos podido reposar la visión de esa mente agitada, que aparecía al final de la anterior reflexión de la disciplina, avancemos un poquito más.
¿Puede una mente así dividida, tensionada y oscurecida ser de alguna utilidad? ¿Cómo podemos tomar ninguna decisión de lo queremos o no queremos hacer, con una mente sumida en la confusión?
Si queremos comprender algo, nuestra mente tiene que encontrarse serena, quieta. Solo podemos observar directamente cualquier hecho, cualquier cosa, si no existe agitación entre lo que queremos observar y nosotros.
Por limpia y cristalina que sea nuestra mente, por lucida y erudita que sea, si existe la menor agitación en ella, si existe la menor lucha, nos sucederá como al charco de la fotografía, no podremos ver con claridad el fondo de las cosas.
Si no hay agitación al observar, veremos y al ver comprenderemos. Cuando hay comprensión directa de las cosas, es muy fácil actuar, la disciplina, entendida como presión sobre nosotros, ya no es necesaria, porque no hay una separación en nuestro interior, ya no hay lucha. Nuestra determinación será mucho mas que suficiente para materializar todo aquello que nos propongamos, sin agitación, sin lucha, ni sufrimiento, solo comprensión.
De que es la agitación y como se produce, de como calmar a la mente y de lo que ella misma es o no es, será materia de otras reflexiones, pero por el momento con lo dicho es suficiente para poder seguir reflexionando, ya que el propósito de este blog, es ir sin prisa. Seguiremos observando a la disciplina.
Un abrazo.
R

jueves, 25 de abril de 2013

La disciplina 2



Para comenzar la reflexión sobre la disciplina, partamos por observar a la autodisciplina y ver lo que sucede en nosotros mismos al aplicarla.
 
En la fotografía lo primero que se ve es un cable de acero que va y vuelve tensándose a sí mismo. Hay por tanto un cable y tensión.

De la misma forma, cuando hablamos de autodisciplina, también hay dos cosas, nosotros por un lado y por el otro, la tensión que nos aplicamos (disciplina). Ocupémonos hoy de la primera parte, de nosotros.

Estoy por un lado yo, que quiero hacer o llegar a hacer una cosa determinada. Parece ser que a mitad de camino, me arrepiento y es entonces donde aparece otro yo, lo llamaremos yo2, que mediante tensión, pretende que el yo1 continúe con su objetivo. Esto es francamente fascinante, ya que por arte de una extrañísima magia, yo ya no soy yo, sino que ahora soy, yo1 y yo2, uno es el que no quiere hacer y el otro el que quiere obligar al primero.

Estos dos yoes son diametralmente distintos, ya que tienen diferentes objetivos, el uno no hacer y el otro obligar a hacer, uno pasivo, el otro activo, por otra parte están enfrentados, hay tensión y lucha entre ellos.

Todo esto se complica, ya que al estar estos dos yoes enfrentados y para darnos cuenta de este enfrentamiento es necesario que haya un testigo del mismo, con lo que aparece otro yo, el yo3, que ve a los dos anteriores y de su conflicto. ¿Se puede plantear un planteamiento mas disparatado?, sin embargo este planteamiento es real y lo hacemos a diario, pasamos continuamente de uno al otro personaje, unas veces no queremos hacer algo, al segundo cambiamos de personaje y pasamos a imponernos obligaciones a nosotros mismo para por fin analizar los resultados, empleando esta vez al tercer personaje. ¿Demencial, verdad? 
 
Lo que puedo ver en la fotografía, es que para que haya tensión, el cable va, viene y se tensa a si mismo, eso con un cable puede resultar asumible, pero no es tan asumible en nosotros mismos.
 
¿Como es posible, querer hacer pero no querer hacer, no hacer pero obligarnos y encima ser testigos de todo ello?
 
Meditemos unos días esta pregunta.

Un abrazo.

R

Luz y oscuridad


Del delicado equilibrio
entre la luz y la oscuridad,
surge la belleza.
Del delicado equilibrio
entre lo que visible y lo oculto,
surge la vida.
  
                                                                                             

lunes, 22 de abril de 2013

La disciplina 1




Observa y ve
ve y comprende.

Nada de lo que yo u otra persona te diga, tiene valor si no lo observas por ti mismo. De hecho, si fundamentas tu vida en lo que otros dicen, no vivirás en absoluto, ya que solo vivirás de palabras y la vida no son palabras.

Hazte cargo de tu propia vida y comienza a observar, para así ver y con ello comprender. Vamos a caminar muy despacio, sin sonoras frases que en cinco segundos, pretendan arreglarnos la vida, tal cosa no es posible.

Observando las flores he podido ver que se desarrollan con un movimiento pausado y continuo. Sigamos el ejemplo de la naturaleza y sin prisa observemos esta fotografía.

En esta fotografía hay mucha disciplina, ¿la puedes ver? ¿Que sensaciones experimentas al observarla?

Tómate todo el tiempo cronológico que necesites, sin prisa, observa y siente, pronto empezaremos a compartir lo que hemos sentido.


Vida

 


La vida siempre está presente,
está en nosotros y fuera de nosotros,
manifestándose entre las galaxias
o en el extremo de una sencilla hoja.
 
Solo hay que desear verla.