miércoles, 30 de octubre de 2013

La memoria





Conforme observo las cosas, veo que cuando no hay comprensión de algo, la mente crea el opuesto de ese algo.
 
Ese algo nos produce rechazo y su opuesto agrado. Surgen entonces un conflicto entre ambos conceptos y la mente se ve obligada a escoger, a tomar una opción, de hecho a creado al opuesto para poder escoger, para poder escapar de algo que no comprende.
 
Al tener que escoger a causa del conflicto, la mente ha creado la memoria, un “lugar” donde acumular esos conceptos que no comprende y a sus opuestos.

Toda memoria es el resultado de un conflicto por falta de compresión.

La memoria al proceder del pasado crea la idea del tiempo, la idea del pasado, presente y futuro sobre los que basa sus acciones.
 
Una mente atrapada en el tiempo creado por la memoria, es incapaz de comprender la existencia, que es el ahora, con lo que el proceso se hace crónico.
 



Un abrazo.



R

jueves, 24 de octubre de 2013

La distancia





La hoja (Elección)






Cuando se descarta una cosa y se elige otra, se está realizando una elección. Esta elección está basada en el rechazo de la una y la atracción de la otra y al hacerlo creamos la dualidad, creamos los opuestos.


Una mente que está atrapada entre el rechazo y la atracción, es una mente condicionada, es una mente dormida, le falta la capacidad de poder comprender la verdadera esencia de las cosas.


Para comprender algo, solo es necesario observarlo, observarlo sin ponerle delante nada, ni nuestras opiniones, ni el deseo de obtener un resultado, ni cualquier cosa, que sirva de contrapunto, de comparación o de puesto.

Cuando hay verdadera comprensión, no hay elección, que es una reacción ante la limitación, sino exclusivamente acción, que es el movimiento producto de la sabiduría.

Un abrazo.

R

domingo, 20 de octubre de 2013

Tiempo sicológico




 Cuando la mente y el corazón se hallan limitados por obstáculos, por barreras, por las barreras de la seguridad, de la autoridad, del miedo, nos es imposible observar lo que nos rodea de forma completa y nuestras acciones son limitadas.

Cuando las acciones son limitadas siempre acaban creando conflictos, que son el resultado de la diferencia entre nuestra propia visión de la realidad y la propia realidad. Cuando una experiencia se comprende plenamente, no crea conflictos, se transforma en un conocimiento que inmediatamente se asimila y se hace vida, se transforma en sabiduría.

La experiencia de detener un vehículo en un semáforo, no crea conflicto, la experiencia de abandonar un lugar en donde hay fuego, no crea conflicto. Si después de la experiencia del fuego sientes un estado de perturbación, es porque no la has comprendido la experiencia.

Cuando las acciones son limitadas crean un conflicto y ese conflicto conmociona a la mente, es como una cicatriz en ella. Esa conmoción perdurará hasta que no sea totalmente comprendida, ese perdurar del conflicto lo llamamos memoria.

La mente observa el entorno y al no encontrar ya el origen del conflicto, se dice: “Eso que me está conmocionado ya no está aquí, pero como la conmoción continua, tengo que colocarla en algún lugar y como no la puedo colocar aquí y ahora, la pondré en otra parte” y la coloca en otra parte distinta del ahora, a ese lugar lo llama el pasado. Pero la mente por su barreras, por sus prejuicios, ideas, creencia y demás, no se ocupa de comprender esa conmoción y como no lo hace en el aquí y el ahora, ni tampoco lo puede hacer en ese recientemente creado pasado, tiene que inventarse otro sitio distinto del pasado y del presente, se inventa el futuro.

La memoria es el resultado de la falta de una verdadera comprensión de la experiencia. Y esa memoria crea la idea del tiempo, la idea del pasado, presente y futuro, sobre la cual se basan nuestras acciones. Consideramos lo que fuimos ayer, lo que seremos mañana.

Una idea así del tiempo existirá mientras la mente y el corazón estén divididos. En tanto la acción no nazca de la plenitud, mientras que sea el resultado de una continua comparación con el poso de nuestra memoria, mientras filtremos toda experiencia con el filtro de nuestras creencias, opiniones, juicios y deseos, tiene que haber división del tiempo. El tiempo no es sino una ilusión, es el resultado final de esa incompleta compresión de la experiencia.

Un abrazo.

R
 
 
 
 

Eternidad




sábado, 19 de octubre de 2013

Sufrimiento






Definimos la ignorancia como la falta de conocimiento y el conocimiento como la capacidad de comprender, con lo cual la ignorancia es la incapacidad de comprender.

Al ser el universo y las cosas infinitas, en esta vida nunca terminamos de comprenderlas todas, por lo que vivimos en un estado de continua ignorancia. Admitiendo nuestra propia ignorancia, podremos ir avanzando en el descubrimiento de la comprensión.


Solo podemos pasar de un estado de ignorancia, a otro de menor ignorancia por medio de la comprensión.

A la comprensión se puede llegar directamente a través de la observación, o a través del sufrimiento. Como hemos nacido para aprender, nuestra vida puede ser un camino lleno de observación o estar lleno de sufrimiento, pero no podemos dejar de aprender.

¿De dónde surge entonces, la elección del sufrimiento?

Al ser humano jamás le ha interesado el comprender, en el mejor de los casos se ha conformado con el conocer. El ser humano ha estado y está exclusivamente interesado en su seguridad, tanto material como emocional.

Cuando uno a creído encontrar esa seguridad se agarra a ella, prevaleciendo su interés a cualquier otra cosa o persona, si algo o alguien pone en peligro esa "seguridad" se ataca a esa cosa o persona, ¿no es así?, no nos interesa comprender las cosas o a las personas, solo queremos que dejen de poner en peligro, esa quimera que llamamos "seguridad".

Esta actitud de conservación y constante búsqueda de seguridad  y el no querer entender a las cosas y a las personas crea inevitablemente conflicto, perturbación, lucha y al final sufrimiento.

El sufrimiento no termina al lograr seguridad, al contrario, se hace más grande, ya que tan pronto como conseguimos algo, tenemos miedo de perderlo.

Cuando el sufrimiento se hace grande, tratamos de  escapar de él buscando maestros, gurús, sacerdotes, filosofías o grupos de cualquier tipo que nos liberen de su carga, la comprensión de las causas que han motivado el sufrimiento no nos interesan, lo que nos interesa es liberarnos de él.

No hay alivio para el sufrimiento, ya que este solo termina cuando se comprende la causa que lo ha creado. Al continuar negándonos a comprender, el sufrimiento se vuelve muchísimo más fuerte y se hace insoportable. Llega el momento que cansada de  sufrir, la mente se conmocionará y comienza a moverse, observando directamente la causa del sufrimiento.


En este momento el sufrimiento deja de ser una acumulación de ignorancia y se transforma en compresión pura. Al desaparecer la ignorancia que lo alimentaba, el sufrimiento desaparece.


Ese es el eterno movimiento, la ignorancia crea  sufrimiento y al comprender la causa del mismo surge la comprensión, esta compresión nos llega a una nueva y menor ignorancia, repitiendo el proceso una y otra vez.


Este es el método que habitualmente utiliza la inmensa mayoría de la gente  pero se puede llegar a la comprensión directa, sin necesidad de enredarnos en esta rueda de sufrimiento, pero eso ya es otro tema, que tal vez desarrolle algún día.

Baste decir que no llegamos a la comprensión por haber sufrido, sino que hemos sufrido por negarnos a comprender. A la comprensión se puede llegar directamente, sin necesidad de pasar por el sufrimiento.

Cuando nos negamos a comprender, nos toca sufrir. Cada cual es libre de escoger.

R


Crítica




Servir




lunes, 14 de octubre de 2013

El regalo




¿Qué es un problema?

Cuando alguien se crea un problema nunca es por un hecho, una acción o una situación, es más bien, por una actitud inadecuada hacia ese hecho, esa acción o esa situación.

Pongamos un ejemplo:

Imaginemos a tres hermanos, Juan, Luis y Marcos, los tres viven en la casa de sus padres y ninguno de ellos tiene trabajo.

Juan vive angustiado, se siente inútil y le avergüenza tener que vivir del trabajo de sus padres. Juan se a creado un problema.

Luis comprende que encontrar trabajo en el momento actual es muy difícil, a pesar de sus esfuerzos, no lo consigue. La situación no le hace feliz, pero la comprende y la admite. Luis no se a creado un problema.

Marcos ya es otra cosa, ni tiene trabajo ni lo quiere, vive muy a gusto a cuenta de sus padres. Luis tampoco se a creado un problema.

El hecho incuestionable es que los tres están sin trabajo, pero sin embargo solo uno se a creado un problema.

Ironizando un poco, podríamos decir que: “Un problema es un regalo que se nos ofrece, para avisarnos de que no tenemos una actitud adecuada, hacia algún hecho o situación en particular.

No digo con esto que estemos afrontando la situación con una actitud mala, el bien o el mal nada tienen que ver en este asunto, no olvidemos a Marcos, su actitud es adecuada para no crearse un problema, pero …. ¿es buena? Hay ocasiones en las que "buenas" actitudes pueden hacer que nos creemos problemas, si son inadecuadas, mientras que “malas” actitudes pueden ser correctísimas para no crearnos problemas, siempre que sean adecuadas.

Podréis decir que la actitud de Marcos, le puede traer problemas con sus padres, pero convendréis conmigo que son otros problemas y que además serán el producto de la actitud inadecuada que muestra Marcos hacia sus padres, no hacia su falta de trabajo, ¿comprendéis la diferencia?

Toda actitud inadecuada es producto de una percepción inadecuada, pero eso de la percepción, ya es otro tema.

Un abrazo.

R

sábado, 12 de octubre de 2013

Tradición






¿Qué es la tradición?

La tradición es el conjunto de ideas, usos y costumbres que se comunican, se transmiten y se “mantienen” de generación en generación.

Nos acostumbramos tanto a hacer siempre las cosas de la misma forma que ya no sabemos hacerlas de otra y como la elección es hija de la limitación, decidimos que nuestra tradición, que es una forma limitada de hacer las cosas, es mejor que la de los demás.

¿Qué sucede cuando estamos enredados dentro de una tradición, de una determinada forma de hacer, de pensar o sentir? Que terminamos identificándonos con esa tradición y como hablamos euskera, creemos que somos vascos, como seguimos a Jesús, creemos que somos cristianos, como hemos nacido en Rusia, creemos que somos rusos, como hacemos muebles de madera, creemos que somos carpinteros y así con todo. Terminamos creyéndonos ser nuestra propia limitación.

Veo a la tradición como a estos pimientos, algo viejo, seco y polvoriento. Algo que ya hace tiempo ha dejado de alimentarnos y que como mucho nos trae cierto gusto, cierto sabor, cierto recuerdo de lo que fue y ya no es.

Estos pimientos viejos al igual que la tradición, pertenecen al pasado y lo pasado ya no existe, el pasado es lo único que está realmente muerto. Si fundamentamos nuestra vida, que es solo presente, en revivir una y otra vez el pasado, estaremos encadenados al ayer, a lo que ya no existe y no es real, estaremos en un estado del inmovilidad.

Si los pimientos viejos estuvieran envasados al vacío o congelados, se hubiera asimilado la sabiduría de nuestros mayores y ahora sería una nueva sabiduría, mas evolucionada, algo nuevo y vivo. Pero al colgar los pimientos, se han llenado de polvo, polvo del pasado, polvo de inmovilidad.

Es del todo inaceptable que estas palabras que aquí escribo, no sean entendidas por todos los seres humanos del planeta, a eso nos ha llevado la tradición, a la elección y con ella a la separación, nos a llevado a no querer entendernos entre nosotros, nos a llevado al enfrentamiento y las guerra.

Despreciamos la inteligencia de los animales, es mas, decimos que no la tienen, pero nosotros con nuestra tradición, codicia y estupidez, estamos muy por debajo de los gatos que viven con nosotros en casa, ya que ellos se entienden a la perfección con todos los gatos del planeta.

Para andar nuestro camino, bebamos en la fuente de sabiduría que han construido nuestros mayores, bebamos; y luego continuemos caminando.
R

miércoles, 9 de octubre de 2013

Frío





En este mundo hay mucho frío, sobre todo en el corazón de los seres humanos.

R

sábado, 5 de octubre de 2013

El número áureo




¿De que te sirve calcular el número áureo, con sus interminables decimales, si no sabes observarlo directamente en la naturaleza?

¿De que te sirve comprender los secretos del cosmos, el número y disposición de los cuerpos sutiles y sus particulares energías, los secretos de la reencarnación, la Kábala, la Magia o el Tarot, saber de chakras o zodiacos, si no sabes comprender el dolor de tu corazón, el miedo de tu mente o el sufrimiento de tu alma?

¿De que te sirve buscar el amor en otras personas, cuando no lo sabes encontrar en la tuya?

¿De que te sirve buscar la felicidad en distracciones y posesiones, cuando no sabes encontrarla en ti?

¿De que te sirve navegar en lo complejo, si te pierdes en lo simple?

¿De qué te sirve?
 
R

 
 
 

viernes, 4 de octubre de 2013

El diablillo



El diablillo de la vela





La vela del diablillo


¿Es lo mismo una cosa que otra?

¿Es lo mismo pertenecer, que poseer?

Es muy importante saber diferenciar entre el pertenecer y el poseer, puesto que al ser parte del todo, nada podemos poseer.

Esa diferencia, es la diferencia entre la luz y la oscuridad, entre el amor  y el sufrimiento, entre estar dormidos o estar iluminados.

Todos tenemos claro lo que es poseer, ¿pero sabemos lo que es pertenecer?

Observa la diferencia entre sentirte parte del algo o parte del todo. Cuando te sientes parte de algo está ese algo y lo demás.

Al sentirte parte de algo hay diferencia entre esa parte y el resto, hay separación, hay comparación, valoración y al final hay conflicto ¿no es así?

Esa forma de pertenecer, en realidad no es pertenecer, es poseer, poseer lo que esa parte pueda darte.

Al pertenecer al todo, no hay separación, ni comparación, ni valoración, ya que todo es uno y al ser todo uno, no puede haber conflicto.

¿Puedes ver estas cosas? ¿No? Pues entonces observa las fotos, obsérvalas sin pensar, sin razonar, ni querer llegar a ninguna conclusión. Si lo haces así observarás, por ti mismo, que no hay ningún diablillo de la vela, ni ninguna vela del diablillo.....

SOLO HAY VELA.

R