Tanto el rey como el peón, son figuras alegóricas.
Cualquier persona que juegue al ajedrez, advertirá inmediatamente al ver la posición de estas piezas, que el peón no puede mover, tendría que mover el rey, las normas del ajedrez prohíben al rey ocupar una casilla en la que esté en peligro, por lo tanto y según las normas, el peón no puede mover .
Según las normas...., según las normas este mundo se ha convertido en lo que es, según las normas la ignorancia, violencia y sufrimiento, son la moneda habitual de cambio, según las normas....
Pero sucede que "ya le toca" mover al peón, ya no se puede continuar permitiendo, que sea el peón la pieza a sacrificar para que el rey esté seguro, no se puede permitir que sea siempre el rey, el que gane la partida, porque la partida es de todos, no solo del rey.
¿Como podemos solucionar el problema? el peón "tiene" que moverse ahora y las normas se lo impiden. Llegados a este punto solo puede haber una solución:
Pero sucede que "ya le toca" mover al peón, ya no se puede continuar permitiendo, que sea el peón la pieza a sacrificar para que el rey esté seguro, no se puede permitir que sea siempre el rey, el que gane la partida, porque la partida es de todos, no solo del rey.
¿Como podemos solucionar el problema? el peón "tiene" que moverse ahora y las normas se lo impiden. Llegados a este punto solo puede haber una solución:
CAMBIAR LAS NORMAS DEL JUEGO
No se puede cambiar las normas de la sociedad, sin cambiar antes nuestras propias normas, nuestra propia conciencia. No me cansaré de repetir que la sociedad es la relación existente entre nosotros mismos y los demás, cambiando yo, cambia la relación, cambiando la relación cambia la sociedad.
Lo paradójico del asunto, es que las normas que oprimen al peón, no serían posibles sin su colaboración. El peón justifica y hace posibles tales normas, es el propio peón el que mantiene al rey para que se salve siempre. Es el propio peón el que se niega a cambiar las normas del juego.
Lo paradójico del asunto, es que las normas que oprimen al peón, no serían posibles sin su colaboración. El peón justifica y hace posibles tales normas, es el propio peón el que mantiene al rey para que se salve siempre. Es el propio peón el que se niega a cambiar las normas del juego.
Después de todo dos figurillas de plástico colocadas sobre un tablero, nos están diciendo mucho ......., siempre que las queramos observar.
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