domingo, 28 de julio de 2013
lunes, 22 de julio de 2013
La sombra de la luz o la luz de la sombra
El caso es que no nos gusta nuestra sombra, ya que viene a ser lo contrario de lo que verdaderamente somos.
Sin
embargo es lo que hacemos a diario, si somos luz, mostramos la sombra
y si somos sombra mostramos la luz. Siempre nos debatimos entre lo
que somos en realidad y lo que aparentamos ser, entre lo que
ocultamos de nosotros y lo que pretendemos que los demás vean.
Por
mucho que nos empeñemos en actuar ante los demás, esperando ser
aceptados y obtener su aprobación, detrás de esa representación
está lo que realmente somos y esa farsa crea un vacío, una
incertidumbre que nos va consumiendo.
Cada
vez nos volcamos más en el papel que estamos representando, cada vez
buscamos mas fuera de nosotros aquello que “creemos” que nos dará
la felicidad, personas que nos hagan felices, actividades que nos
hagan felices y cosas que nos hagan felices.
Pero
la felicidad no tiene nada que ver con esas cosas y como no podemos
encontrarla fuera de nosotros y no queremos buscarla dentro, porque
lo que ocultamos no nos gusta, el vacío crece y crece, volviéndose
al final tan grande, que nos hace creer que toda nuestra vida está
vacía.
Llegado
a esta situación, nos volvemos con renovada fuerza hacia afuera,
damos mas importancia a nuestro trabajo, identificándonos mucho mas
con ser albañil, abogado o lo que sea. Nos compramos cosas mas caras
y nos aferramos mas a personas que utilizamos para que nos den
felicidad. Mas de lo mismo, el vacío solo puede hacer una cosa:
crecer.
Dejamos
de pensar, comenzamos a actuar y vivir de forma automática, con
patrones de conducta igualmente automáticos y previsibles,
refugiándonos por último en una adicción que termina por anularnos
como seres humanos.
Luces
y sombras, sombras y luces, es el juego al que jugamos, un juego que
nunca se puede ganar, pero a pesar de ello, nos encanta jugar.
¡Con lo fácil que resulta, presentarse a los demás y decir: "Hola soy yo, sin máscaras, sin disfraces, soy yo, este que veis, el de verdad"!
R
sábado, 13 de julio de 2013
Pan
Pan, crujiente y esponjoso pan.
Ante
la vista de esta apetitoso trozo de pan, inmediatamente comenzamos a
recordar aquellos riquísimos bocadillos que nos preparaba la madre o
aquellos otros que nos comíamos junto a los amigos en nuestras
correrías veraniegas.
¡Cuantos
bellos recuerdos nos trae la visión de este humilde trozo de pan,
añoranzas y recuerdos de nuestro pasado!
Pero
resulta que este pan, ni es crujiente, ni es esponjoso, es …... pan
dudo, pan del que guarda Tamara para los perros del hijo. No hemos
visto el pan que realmente está delante nuestro, hemos querido ver
una especie de película sobre panes, una película de sueños,
añoranzas y recuerdos, una película, solo eso.
Y
así vivimos la vida, viendo películas ya que todos nuestros
recuerdos se fundamentan en una mentira, en la total y absoluta
incapacidad de ver con claridad el presente que nos rodea. Somos
incapaces de ver el presente, porque miramos al pasado, somos
incapaces de vivir el presente, porque vivimos el pasado, somos
incapaces de mejorar nuestro presente, porque revivimos los traumas,
el sufrimiento del pasado.
Sentimos
con sentimientos del pasado, pensamos con pensamientos del pasado y
actuamos con patrones del pasado, de nuestros recuerdos nada podemos
aprender, solo podemos recrearlos, solo podemos imitar una y otra vez
lo ya hecho antes, sin avanzar, sin crear, sin vivir realmente la
vida, porque la vida es experimentar, probar y avanzar y hace tiempo
que estamos como muertos, porque al vivir en un pasado ya muerto,
también nosotros de alguna forma lo estamos.
En
cambio, del pan duro si que podemos aprender, porque esta aquí y
ahora, está vivo. Con la lógica del conocimiento, la experiencia,
con la lógica del pasado, el camino de un trozo de pan duro, ya
estaba terminado; pero mira por donde no es así, ya que al no
colocarlo en el pasado, sino en el presente, se ha transformado en un
maestro, que me ha inspirado estas cosas que ahora os cuento, se ha
convertido en un pan guapo, ya que lo miran las chicas en el Internet
y dicen: Me gusta. Se ha convertido en estas y otras cosas, pero solo
por el momento, ya que cuando su futuro se vuelva presente, seguro
que será otras cosas....
Si
ahora estás pensando: “Se convertirá en comida de perros”, es
una señal clara de que has decidido no enterarte de nada, ya que
sigues en la lógica del pasado.
Otro día escribiré sobre el futuro, ese futuro en el cual recreamos al pasado.
R
domingo, 7 de julio de 2013
Sectas (1)
Absentia
luce tenebrae vincit
No es la luz de otros la que puede iluminar nuestra oscuridad. Solo observando nuestra oscuridad la podremos entender.
Vuestra
oscuridad es solo falta de luz, ser conscientes de que sois luz y
vuestra oscuridad desaparecerá. No sigáis a los reflejos provocados
por los oportunistas, ya que son solo eso, reflejos, no tienen luz
propia.
No
sigáis a los que tratan de atraeros a su engañoso fuego, ya que si
os acercáis demasiado os quemaréis con el.
Cuestionar
cada palabra que digan los llamados “líderes espirituales”,
cuestionar los métodos que emplean para enseñar, porque no es lo
mismo mostrar que aleccionar.
Hay
unas características que nos avisan claramente cuando se están
empleando técnicas de manipulación y abuso. En los próximos días
las iré analizando.
Si
en las charlas, seminarios, retiros o en los grupos donde te mueves,
reconoces alguna de estas características, CUIDADO, puedes estar
ante gente que utiliza técnicas de lavado de cerebro, si las
reconoces y te parece que es normal el usarlas ….., ya estás
enganchado, tienes un grandísimo problema.
Hay
gente honesta que se dedica a ayudar a su prójimo, son un auténtico
tesoro, por eso es tan importante separar el trigo de la paja.
Seguiré
informando sobre este delicado tema.
Un abrazo.
Un abrazo.
R
lunes, 1 de julio de 2013
Cada árbol se conoce por su fruto.
No hay árbol bueno que de fruto malo y tampoco hay árbol malo que de fruto bueno.
Cada
árbol se conoce por su fruto.
Mucho
cuidado con los falsos profetas, los falsos sanadores y los falsos
guías espirituales.
Si
detrás de ellos van dejando un rastro de sufrimiento, de familias
separadas y de personas desengañadas, son árboles malos.
Si
atraen a la desesperación, a la enfermedad, a la codicia, a la
mentira y al fanatismo, son árboles malos.
A
la sombra de un árbol bueno hay salud, felicidad, verdad, unión de
las familias y paz, sobre todo paz.
Hay
que dejarse de memeces, ya que existen árboles buenos y árboles
malos, solo las personas que tienen el secreto propósito de hacer
el mal, afirman que el bien y el mal no existen, para que de esa
forma se puedan justificar todas sus maldades.
Este
tipo de personas transforman hermosas enseñanzas en falacias, como cuando
afirman que no hay que juzgar, ya que extienden el no juzgar, al no
definir. Si uno es un ladrón y se lo dices a la cara, no le estas
juzgando, le estás informando de que te has dado cuenta, que se
queda con lo que no es suyo y eso es un hecho, no una opinión. Si
emites una opinión sobre el hecho de que se queda con lo que no es
suyo, estarás formulando un juicio, que tampoco está mal, pero toda
opinión es limitada, con lo cual todo juicio también lo es.
La
falta de virtud, siempre viene de la mano de la hipocresía. Los
pérfidos siempre tratan de no aparecer como lo que son, para lo cual
se revisten con una capa de dignidad, consumando así su engaño.
Sus
dulces palabras, se muestran como hermosos frutos a la vista, pero el
fruto que ofrecen está envenenado. Sucede igual con el fruto que
aparece en la foto, es muy hermoso a la vista, pero sinceramente os
desaconsejo comerlo. La gran diferencia es que el fruto de la foto,
no engaña ni roba a nadie.
Un abrazo.
R
R
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