En una sociedad enferma, no se reconoce la enfermedad, puesto que al estar todos enfermos, la enfermedad se ha vuelto normal.
En una sociedad de ladrones, no se reconoce la maldad de robar, puesto que al ser todos ladrones, robar es normal.
En una sociedad idiota, no se reconoce la estupidez, puesto que al ser todos idiotas, la estupidez es normal.
En una sociedad en descomposición, no se reconoce el olor a podrido, puesto que el hedor fétido es normal.
Ten mucho cuidado cuando busques ser normal y encajar en esta sociedad.
Roberto Lejarza
