Solo
dejando de comparar con lo que crees saber, podrás asombrarte con
la frescura de cada instante, podrás ver lo que es siempre
cambiante, sin guardar ni analizar, ya que solo así podrás
observar y comprender.
Cada
certidumbre, creencia, opinión, costumbre o hábito, es como una
capa de yeso que al secarse te impide moverte, te va endureciendo el
corazón y atrofiando la mente.
Si
hace tiempo que no te asombras por una brisa suave, por una pequeña
flor o por la hermosa forma de andar de un gato que pasa.... cuidado,
libérate pronto de tus capas, porque si no lo haces te convertirás
en una estatua.
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