martes, 28 de mayo de 2013

El conocimiento de uno mismo



La cuestión fundamental no estriba en lo que son las cosas, sino en los movimientos cambiantes de las mismas, lo fundamental es hacia donde se mueven. Lo que es, lo es ahora, ya que en un instante todo cambia y se transforma en algo totalmente diferente.

En la fotografía podemos ver como el polen de la flor, ha quedado encerrado dentro del hielo, ¿podrá finalmente germinar y transformarse en nueva vida?

No dependerá ni del polen, ni del hielo, sino de los movimientos cambiantes de las cosas, de hecho instantes después de obtener esta fotografía, el tiempo cambió bruscamente en Salardú y salió un sol resplandeciente, la temperatura subió a mas de 12 grados centígrados, ¿qué sucederá?, cualquier cosa, dependerá de los próximos movimientos.

Para llegar a conocerte, la cuestión fundamental no está en conocer lo que tu eres, o creas ser, sino en observar hacia a donde te mueves. De tus movimientos surgirán cambios y de estos surgirán realidades, obras y es en nuestras obras donde se nos conoce.

Lo que tu o los demás creáis de ti, son tan solo opiniones, pero las obras son hechos, son reales. Es precisamente de nuestras obras donde el maestro Jesús nos enseña: “Por sus frutos los conoceréis” Mt 7.16.

Solo observando nuestros movimientos cambiantes con las cosas, con las personas y con las situaciones, podremos llegar a descubrir lo que realmente somos, observando, solo observando.


Un abrazo.
R

lunes, 20 de mayo de 2013

El horno de la abuela





Os presento el horno microondas de la abuela.

Este horno se empleaba hace solo unos 50 años, yo mismo he visto a mas de una abuela haciendo el pan en ellos y cocinando en el fuego bajo.

Hoy nos preguntamos como podían vivir así.

¡Cuanto han cambiado las costumbres!, ahora estamos rodeados de todo tipo de electrodomésticos que nos hacen mas fáciles las cosas diarias.

Hemos avanzado muchísimo en comodidad, ¿no es así?, pero en libertad, ¿como andamos?.

Si los que nos dominan, nos dejaran sin suministro eléctrico, sin el dinero que prestan los bancos (que por cierto es el nuestro), sin telefonía móvil, sin internet, sin gasolina, sin trabajo por cuenta ajena, ¿si nos quitarían todas esas cosas, que sería de nosotros?

Nuestros mayores, los que hacían el pan el esos hornos, rara vez empleaban a los bancos, no conocían la electricidad, ni los teléfonos y mucho menos el internet, normalmente trabajaban para ellos mismos y de la gasolina ¿para que vamos a hablar? Y a pesar de desconocer todas esas cosas, VIVIAN.

Nos tienen dominados con la disculpa de garantizarnos la satisfacción de cosas que no necesitamos, cosas que se han creado para así tenernos esclavizados, viviendo una viva irreal.

Estoy seguro que nuestros mayores, nos devolverían la pregunta y se preguntarían, como podemos vivir así.

Al observar ese antiguo horno, he reflexionado sobre estas cosas y he visto que hemos cambiado comodidad por libertad, hemos dejado de ser dueños de nuestra vida, para convertirnos en esclavos del capricho ajeno, pero también he visto, que si queremos, podemos volver a encender el horno y retomar el timón de nuestras vidas.

Un abrazo.

R

viernes, 10 de mayo de 2013

El olor de los niños



Fotografía cortesía de Iñigo Lejarza García
    

"¿Por qué un niño, una niña, recién nacidos enternecen?

¿Por qué ante su sonrisa el más duro se ablanda y el más débil se fortalece?


¿Por qué huelen tan bien?, ¿ y a que huelen preguntaría yo?.....

Huelen al otro lado, a nuestra auténtica esencia, huelen a verdad, a amor y paz, huelen a vida. Huelen a lo que somos, todavía no se les a ido el olor.

Pero sucede, que a veces, se nos olvida lo que somos, porque nos dormimos, nos dormimos por creernos lo que no somos, al enfadarnos por ofensas que no existen y por ambicionar cosas irreales.

Afortunadamente, cuando el universo, Dios o como mas os guste llamarlo, comienza a llamarnos de nuevo, despertamos y …... nos volvemos otra vez niños, para que así, apacible y dulcemente, podamos volver a casa."

    R